En Mar del Plata, el seleccionado, con todas sus figuras, no tuvo problemas en su debut ante los guaraníes y ganó 84-52; Paolo Quinteros, con 19 puntos, fue el máximo anotador; mañana, a las 18, ante Uruguay. Por Jeremías Prevosti, enviado especial
Parado, en silencio y con las manos en los bolsillos, observaba los últimos minutos de juego Julio Lamas. Motivos no le faltaban. En la presentación en el Preolímpico 2011, sus dirigidos brindaron un show ante su público, que colmó el polideportivo Islas Malvinas. Fue victoria por 84-52 ante Paraguay, el equipo más débil del torneo.
Para sorpresa de muchos, Paolo Quinteros fue la figura desde los números. Con 19 puntos, el entrerriano brilló entre tantas estrellas. Luis Scola, con 14 puntos, Juan Gutiérrez, con 12, y Nocioni, con 10, también se destacaron en la ofensiva argentina.
Con 10 anotaciones, Manu Ginóbili, que volvió a vestir oficialmente la camiseta de la selección tras tres años, fue, sin dudas, el más ovacionado por el público.
Desde los primeros minutos, la Argentina opacó a un rival que no estaba a la altura. Con el talento ofensivo de Scola y Nocioni, la cabeza de Pablo Prigioni y el talento de Manu Ginóbili, que por momentos despertaba a un público no muy caluroso, el seleccionado brindó, en el primer cuarto, una exhibición de básquetbol ante Paraguay, que se había colado por la puerta de atrás al certamen y lo hizo notar.
El segundo cuarto fue, quizá, el único punto bajo del seleccionado. Con en el marcador 27-8 arriba, y con una rotación importante de jugadores, la Argentina no fue ni la sombra de los primeros minutos. Paraguay se animó y le jugó de igual a igual. Sin embargo, ya con Manu y Scola en cancha, los dirigidos por Lamas cerraron el parcial y se fueron al descanso ganando 45-23.
Una volcada de Ginóbili tras una faja de Quinteros fue un resumen del segundo tiempo. La superioridad del seleccionado argentino fue mucho para la garra guaraní, que se vio vapuleada por un contundente 84-52.
La Argentina pasó con creces el primer examen ante su público. Mañana, desde las 18, se medirá en la segunda fecha del Grupo B ante Uruguay, que descansó en la primera jornada, para acercarse un paso más a Londres 2012.
Parado, en silencio y con las manos en los bolsillos, observaba los últimos minutos de juego Julio Lamas. Motivos no le faltaban. En la presentación en el Preolímpico 2011, sus dirigidos brindaron un show ante su público, que colmó el polideportivo Islas Malvinas. Fue victoria por 84-52 ante Paraguay, el equipo más débil del torneo.
Para sorpresa de muchos, Paolo Quinteros fue la figura desde los números. Con 19 puntos, el entrerriano brilló entre tantas estrellas. Luis Scola, con 14 puntos, Juan Gutiérrez, con 12, y Nocioni, con 10, también se destacaron en la ofensiva argentina.
Con 10 anotaciones, Manu Ginóbili, que volvió a vestir oficialmente la camiseta de la selección tras tres años, fue, sin dudas, el más ovacionado por el público.
Desde los primeros minutos, la Argentina opacó a un rival que no estaba a la altura. Con el talento ofensivo de Scola y Nocioni, la cabeza de Pablo Prigioni y el talento de Manu Ginóbili, que por momentos despertaba a un público no muy caluroso, el seleccionado brindó, en el primer cuarto, una exhibición de básquetbol ante Paraguay, que se había colado por la puerta de atrás al certamen y lo hizo notar.
El segundo cuarto fue, quizá, el único punto bajo del seleccionado. Con en el marcador 27-8 arriba, y con una rotación importante de jugadores, la Argentina no fue ni la sombra de los primeros minutos. Paraguay se animó y le jugó de igual a igual. Sin embargo, ya con Manu y Scola en cancha, los dirigidos por Lamas cerraron el parcial y se fueron al descanso ganando 45-23.
Una volcada de Ginóbili tras una faja de Quinteros fue un resumen del segundo tiempo. La superioridad del seleccionado argentino fue mucho para la garra guaraní, que se vio vapuleada por un contundente 84-52.
La Argentina pasó con creces el primer examen ante su público. Mañana, desde las 18, se medirá en la segunda fecha del Grupo B ante Uruguay, que descansó en la primera jornada, para acercarse un paso más a Londres 2012.