Independiente se floreó ante un inexpresivo Tigre
Elequipo del Tolo Gallego fue muy superior y se impuso por 4-1. Ríos (PT24m), Gandín (PT 38m) y Montenegro (ST 9m y 28m) hicieron los goles delvencedor. Luna (ST 26m) descontó para el Matador.
Independiente suele pasar del amor al desengaño, del aplauso a lareprobación, cada siete días. En medio de su constante irregularidad,hoy le tocó le tocó la mejor cara de la moneda y a puro fútbol diocuenta de Tigre por 4-1 en Parque Patricios.
Desde el arranque los de Gallego mostraron una importante vocaciónofensiva y en menos de diez minutos ya habían contado con tres chancespara romper el cero, pero Islas les ganó a Pusineri y Montenegro, y elpalo le dio una mano al arquero cuando se vio superado por un cabezazode Núñez.
Pero como alguna vez explicó el técnico brasileño Tim: si te tapásla cabeza, te descubrís los pies. El dilema de la manta corta ante lafalta de equilibrio. Y algo de eso le pasó al local, que fue con varioshombres al ataque y sufrió en su área. Paparatto casi festeja decabeza, Assmann se lució ante un disparo de Rusculleda y Jerez sedemoró en definir tras una buena apilada.
Fueron 15 minutos a pura emoción, pero sin goles. Luego, el trámiteperdió intensidad, pero siempre con el Rojo –hoy vestido de blanco-monopolizando el balón. A los 34, cuando pasaba poco, llegó el primergrito: Pusineri recuperó en la mitad, tocó para Gandín, quien habilitóa Ríos. El Toti, desde fuera del área sacó un violento remate que secoló, inatajable, contra el ángulo derecho de Islas.
El Matador sintió el golpe y cuatro minutos más tarde sufrió elsegundo cachetazo. Esta vez se cambiaron los roles: Ríos asistió aGandín, y el Chipi definió con un toque cruzado.
En el segundo tiempo Cagna probó con el ingreso de Ayala por elpetiso Abregú, pero nada cambió. En su primera llegada a fondo los deAvellaneda volvieron a facturar: Núñez se escapó por la izquierda ytocó para la entrada del Rolfi, quien definió con esfuerzo para eltercero.
Cuando el juego parecía sentenciado, Carlos Luna apareció solo enel área y con un tiro cruzado de zurda terminó con la resistencia deAssmann, iban 26 minutos. Sin embargo, la ilusión de una probableremontada le duró un suspiro a los de Victoria porque, 120 segundos mástarde, Rodríguez combinó con Montenegro, quien eludió a Islas y tocó ala red con gran categoría. Fue el gol que sentenció el juego.
Elequipo del Tolo Gallego fue muy superior y se impuso por 4-1. Ríos (PT24m), Gandín (PT 38m) y Montenegro (ST 9m y 28m) hicieron los goles delvencedor. Luna (ST 26m) descontó para el Matador.
Independiente suele pasar del amor al desengaño, del aplauso a lareprobación, cada siete días. En medio de su constante irregularidad,hoy le tocó le tocó la mejor cara de la moneda y a puro fútbol diocuenta de Tigre por 4-1 en Parque Patricios.
Desde el arranque los de Gallego mostraron una importante vocaciónofensiva y en menos de diez minutos ya habían contado con tres chancespara romper el cero, pero Islas les ganó a Pusineri y Montenegro, y elpalo le dio una mano al arquero cuando se vio superado por un cabezazode Núñez.
Pero como alguna vez explicó el técnico brasileño Tim: si te tapásla cabeza, te descubrís los pies. El dilema de la manta corta ante lafalta de equilibrio. Y algo de eso le pasó al local, que fue con varioshombres al ataque y sufrió en su área. Paparatto casi festeja decabeza, Assmann se lució ante un disparo de Rusculleda y Jerez sedemoró en definir tras una buena apilada.
Fueron 15 minutos a pura emoción, pero sin goles. Luego, el trámiteperdió intensidad, pero siempre con el Rojo –hoy vestido de blanco-monopolizando el balón. A los 34, cuando pasaba poco, llegó el primergrito: Pusineri recuperó en la mitad, tocó para Gandín, quien habilitóa Ríos. El Toti, desde fuera del área sacó un violento remate que secoló, inatajable, contra el ángulo derecho de Islas.
El Matador sintió el golpe y cuatro minutos más tarde sufrió elsegundo cachetazo. Esta vez se cambiaron los roles: Ríos asistió aGandín, y el Chipi definió con un toque cruzado.
En el segundo tiempo Cagna probó con el ingreso de Ayala por elpetiso Abregú, pero nada cambió. En su primera llegada a fondo los deAvellaneda volvieron a facturar: Núñez se escapó por la izquierda ytocó para la entrada del Rolfi, quien definió con esfuerzo para eltercero.
Cuando el juego parecía sentenciado, Carlos Luna apareció solo enel área y con un tiro cruzado de zurda terminó con la resistencia deAssmann, iban 26 minutos. Sin embargo, la ilusión de una probableremontada le duró un suspiro a los de Victoria porque, 120 segundos mástarde, Rodríguez combinó con Montenegro, quien eludió a Islas y tocó ala red con gran categoría. Fue el gol que sentenció el juego.