En Mendoza, igualó 1 a 1 ante Independiente Rivadavia, con un tanto de Fernández, a cinco minutos de final; quedó segundo, en ascenso directo, pero les dejó una buena posibilidad a River y Central
MENDOZA.- A Instituto cada partido le duele. Le cuesta. Lo sufre. Hoy parecía que iba a ser diferente, ya que tuvo un comienzo arrollador, pero otra vez el equipo de Franco estuvo desorientado y sólo consiguió, a cinco minutos del final, un empate por 1 a 1 ante Independiente Rivadavia, en Mendoza. El punto dejó a los cordobeses segundo en el Nacional B, aunque River lo puede pasar si le gana a Central.
En el partido, los primeros 20 minutos del primer tiempo fue todo de Instituto. Los primeros 20 y nada más. Luego, los mendocinos dominaron las acciones de juego y estuvieron cerca de irse al descanso en ventaja.
En el complemento, todo siguió como había terminado la primera etapa. Y el gol de Brítez Ojeda, a los 17, llegó como un viento de justicia en tierras mendocinas.
Perplejo, Instituto no mostró atisbos de reacción en los minutos posteriores al gol sufrido, pero el DT mendocino, Claudio Del Bosco, con sus cambios defensivos invitó a los cordobeses a atacar. Y atacaron. Por eso llegó, a 5 del final, el tanto de Miguel Fernández que selló el 1-1 final y dejó, al menos por un rato, a Instituto en zona de ascenso directo. Y a River, al menos por un rato, en zona de Promoción.
MENDOZA.- A Instituto cada partido le duele. Le cuesta. Lo sufre. Hoy parecía que iba a ser diferente, ya que tuvo un comienzo arrollador, pero otra vez el equipo de Franco estuvo desorientado y sólo consiguió, a cinco minutos del final, un empate por 1 a 1 ante Independiente Rivadavia, en Mendoza. El punto dejó a los cordobeses segundo en el Nacional B, aunque River lo puede pasar si le gana a Central.
En el partido, los primeros 20 minutos del primer tiempo fue todo de Instituto. Los primeros 20 y nada más. Luego, los mendocinos dominaron las acciones de juego y estuvieron cerca de irse al descanso en ventaja.
En el complemento, todo siguió como había terminado la primera etapa. Y el gol de Brítez Ojeda, a los 17, llegó como un viento de justicia en tierras mendocinas.
Perplejo, Instituto no mostró atisbos de reacción en los minutos posteriores al gol sufrido, pero el DT mendocino, Claudio Del Bosco, con sus cambios defensivos invitó a los cordobeses a atacar. Y atacaron. Por eso llegó, a 5 del final, el tanto de Miguel Fernández que selló el 1-1 final y dejó, al menos por un rato, a Instituto en zona de ascenso directo. Y a River, al menos por un rato, en zona de Promoción.