El tandilense tuvo un trabajoso partido en su presentación en el Abierto de Australia, pero se impuso sobre el francés Adrian Mannarino por 2-6, 6-1, 7-5 y 6-4; en la próxima instancia se medirá ante el eslovaco Blaz Kavcic
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Del Potro llegó a Melbourne ilusionado con hacer una buena actuación en el primer Grand Slam de la temporada y, de esa manera, comenzar a desandar el difícil camino hacia el ansiado top 4 del ránking mundial. En su debut el tandilense sufrió más de la cuenta ante el francés Adrian Mannarino, quien comenzó el encuentro en gran forma y en más de una oportunidad fue más asfixiante para el argentino que las altas temperaturas que invadieron el Hisense Arena. Pero en los momentos decisivos el actual número once del mundo sacó a relucir toda su jerarquía y se terminó llevando un durísimo triunfo por 2-6, 6-1, 7-5 y 6-4, en casi tres horas de juego.
"Mi primer objetivo este año es estar en forma. Y si sigo mejorando mi juego espero estar más cerca de los mejores del mundo. Trabajaré par ello", señaló el tandilense.
De esta manera, la Torre de Tandil se sacó de encima un duro rival, que sorprendió a más de uno con el nivel exhibido ante uno de los mejores jugadores del mundo, pero con la premisa de que deberá levantar mucho su performance si quiere estar en la discusión por la corona en el Grand Slam australiano.
El encuentro comenzó con un Mannarino muy preciso con sus golpes, y con una devolución que le funcionó a la perfección y le permitió imponer el ritmo del partido ante un Del Potro que entró muy desenfocado. A su vez, el alto porcentaje de primeros servicios del francés y la baja estadística que registró el argentino en ese rubro fue uno de los principales condimentos que llevó al galo a quedarse con el primer set por un claro, y sorpresivo, 6-2.
Pero enfrente estaba Del Potro. Si bien el tandilense estuvo muy lejos del nivel al que nos tiene acostumbrado, se metió en el partido, comenzó a meter mayor cantidad de primeros servicios y con un tenis más agresivo, y efectivo en los puntos clave, niveló el score al quedarse con la segunda manga por un contundente 6-1.
El argentino, de a poco, comenzaba a tomar confianza pero en ningún momento se mostró cómodo ante el juego planteado por el zurdo francés. Incluso el quiebre conseguido por Delpo en el primer juego del tercer parcial daba indicios de un set similar al anterior. Nada de eso ocurrió. Mannarino continuó enfocado, no regaló una sola pelota, y recuperó el quiebre en el octavo game. Pero el argentino mostró por qué es un jugador de elite, y si bien seguía muy por debajo de su nivel habitual, sacó provecho de las pocas oportunidades que le entregó el europeo y se terminó llevando el tercer set por un ajustado 7-5.
Todo el partido fue una verdadera batalla para Delpo. Ya ni el calor era motivo de preocupación para el argentino que tenía enfrente a un Mannarino que había llegado a la primera jornada del Abierto de Australia con la consigna de inquietar al argentino con su juego.
Cuando todo indicaba que el cuarto set sería anecdótico, lejos estuvo de serlo. Del Potro comenzó quebrando, inmediatamente el francés recuperó su saque y a partir de ahí mantuvieron la misma irregularidad durante el tramo final del encuentro. Pero, como en todo el partido, el argentino se mostró más sólido y efectivo en los puntos decisivos y por eso terminó cerrando su complicado debut con un 6-4 en el set final.
Sin dudas que desde lo tenístico el número once del mundo quedó en deuda, ya que potencialmente puede dar muchísimo más de lo que exhibió ante el francés. Sin embargo, el tandilense se va con la tranquilidad de que supo reaccionar a tiempo, cuando las cosas no le salían, y que logró sacar ventaja en los momentos más importantes del encuentro.
"Mannarino es un jugador muy peligroso, es zurdo y da golpes diferentes. Empezó mucho mejor que yo y fue difícil remontar. Pero hice lo que tenía que hacer y aproveché todas las oportunidades para ganarle", explicó Del Potro en la conferencia de prensa posterior a su presentación.
Con esta victoria, Del Potro iguala su actuación del año anterior, edición en la que quedó eliminado en segunda rueda ante el chipriota Marcos Baghdatis, y en la próximo instancia se medirá ante el eslovaco Blaz Kavcic, quien dejó en el camino al británico James Ward por 6-4, 6-3 y 6-4.
"Los favoritos son los de siempre, los cuatro primeros (Novak Djokovic, Rafael Nadal, Roger Federer y Andy Murray). Pero también hay muchos jugadores peligrosos que pueden derrotar a todo el mundo como (Gael) Monfils, (Joe-Wilfried) Tsonga, (Andy) Roddick, Mardy Fish y también (David) Ferrer", finalizó la Torre de Tandil .
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Del Potro llegó a Melbourne ilusionado con hacer una buena actuación en el primer Grand Slam de la temporada y, de esa manera, comenzar a desandar el difícil camino hacia el ansiado top 4 del ránking mundial. En su debut el tandilense sufrió más de la cuenta ante el francés Adrian Mannarino, quien comenzó el encuentro en gran forma y en más de una oportunidad fue más asfixiante para el argentino que las altas temperaturas que invadieron el Hisense Arena. Pero en los momentos decisivos el actual número once del mundo sacó a relucir toda su jerarquía y se terminó llevando un durísimo triunfo por 2-6, 6-1, 7-5 y 6-4, en casi tres horas de juego.
"Mi primer objetivo este año es estar en forma. Y si sigo mejorando mi juego espero estar más cerca de los mejores del mundo. Trabajaré par ello", señaló el tandilense.
De esta manera, la Torre de Tandil se sacó de encima un duro rival, que sorprendió a más de uno con el nivel exhibido ante uno de los mejores jugadores del mundo, pero con la premisa de que deberá levantar mucho su performance si quiere estar en la discusión por la corona en el Grand Slam australiano.
El encuentro comenzó con un Mannarino muy preciso con sus golpes, y con una devolución que le funcionó a la perfección y le permitió imponer el ritmo del partido ante un Del Potro que entró muy desenfocado. A su vez, el alto porcentaje de primeros servicios del francés y la baja estadística que registró el argentino en ese rubro fue uno de los principales condimentos que llevó al galo a quedarse con el primer set por un claro, y sorpresivo, 6-2.
Pero enfrente estaba Del Potro. Si bien el tandilense estuvo muy lejos del nivel al que nos tiene acostumbrado, se metió en el partido, comenzó a meter mayor cantidad de primeros servicios y con un tenis más agresivo, y efectivo en los puntos clave, niveló el score al quedarse con la segunda manga por un contundente 6-1.
El argentino, de a poco, comenzaba a tomar confianza pero en ningún momento se mostró cómodo ante el juego planteado por el zurdo francés. Incluso el quiebre conseguido por Delpo en el primer juego del tercer parcial daba indicios de un set similar al anterior. Nada de eso ocurrió. Mannarino continuó enfocado, no regaló una sola pelota, y recuperó el quiebre en el octavo game. Pero el argentino mostró por qué es un jugador de elite, y si bien seguía muy por debajo de su nivel habitual, sacó provecho de las pocas oportunidades que le entregó el europeo y se terminó llevando el tercer set por un ajustado 7-5.
Todo el partido fue una verdadera batalla para Delpo. Ya ni el calor era motivo de preocupación para el argentino que tenía enfrente a un Mannarino que había llegado a la primera jornada del Abierto de Australia con la consigna de inquietar al argentino con su juego.
Cuando todo indicaba que el cuarto set sería anecdótico, lejos estuvo de serlo. Del Potro comenzó quebrando, inmediatamente el francés recuperó su saque y a partir de ahí mantuvieron la misma irregularidad durante el tramo final del encuentro. Pero, como en todo el partido, el argentino se mostró más sólido y efectivo en los puntos decisivos y por eso terminó cerrando su complicado debut con un 6-4 en el set final.
Sin dudas que desde lo tenístico el número once del mundo quedó en deuda, ya que potencialmente puede dar muchísimo más de lo que exhibió ante el francés. Sin embargo, el tandilense se va con la tranquilidad de que supo reaccionar a tiempo, cuando las cosas no le salían, y que logró sacar ventaja en los momentos más importantes del encuentro.
"Mannarino es un jugador muy peligroso, es zurdo y da golpes diferentes. Empezó mucho mejor que yo y fue difícil remontar. Pero hice lo que tenía que hacer y aproveché todas las oportunidades para ganarle", explicó Del Potro en la conferencia de prensa posterior a su presentación.
Con esta victoria, Del Potro iguala su actuación del año anterior, edición en la que quedó eliminado en segunda rueda ante el chipriota Marcos Baghdatis, y en la próximo instancia se medirá ante el eslovaco Blaz Kavcic, quien dejó en el camino al británico James Ward por 6-4, 6-3 y 6-4.
"Los favoritos son los de siempre, los cuatro primeros (Novak Djokovic, Rafael Nadal, Roger Federer y Andy Murray). Pero también hay muchos jugadores peligrosos que pueden derrotar a todo el mundo como (Gael) Monfils, (Joe-Wilfried) Tsonga, (Andy) Roddick, Mardy Fish y también (David) Ferrer", finalizó la Torre de Tandil .