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Ψ Independiente 1 - Argentinos 0 Ψ[/b]
Y una noche, en un momento complicado, apareció esa tradición copera que supo ser motivo de orgullo. Es cierto: la Copa Sudamericana recién comienza, falta la revancha en La Paternal (el jueves 9 de septiembre), pero Independiente necesitaba un triunfo para arrancar con ilusiones en este torneo continental y para olvidar el pobre presente del Apertura. Fue 1 a 0. La diferencia, por lo hecho en la primer parte, pudo ser más amplia. Argentinos, al final, también pudo conseguir el empate. Pero esta visto que no son los mejores días del equipo de Pedro Troglio. La llave, obviamente, no está cerrada ni mucho menos.
Las razones del triunfo de Independiente fueron múltiples. Pero, hubo una principal: la actitud con la que salió a jugar el partido. Desde el vamos se lo llevó por delante a un Argentinos que le costó y mucho hacer pie. Fueron 25 minutos muy buenos del equipo conducido por Daniel Garnero. Los mejores desde que asumió. Sin duda.
La superioridad fue notoria. Y en todos los aspectos. Acertó Garnero claramente al incluir a Maximiliano Velázquez como “3” y a Lucas Mareque más adelantado. Porque ellos supieron conformar una dupla interesante, efectiva. Desde ahí, se generaron muchos avances. De hecho, el gol llegó desde ese costado: tiro libre preciso de Hernán Fredes para la entrada solitaria de Leonel Galeano. El zaguero acomodó el frentazo lejos del arquero Nicolás Navarro, bien pegadito al palo derecho. Bonito gol.
Lo de Argentinos, en ese lapso, pasó más por destruir, por encontrar la pelota, por sacarse de encima a un equipo que se plantó casi en mitad del campo, que por construir. Juan Sabia y Gonzalo Prósperi eran superados permanentemente. Y Néstor Ortigoza y Juan Mercier, los cerebros del equipo, estaban incómodos e imprecisos.
Del medio hacia adelante también hubo mejoras. Porque Nicolás Martínez, el reemplazante de Leandro Gracián, se asoció continuamente y muy bien con Andrés Silvera y Facundo Parra, quien jugó por primer vez como titular (jugó por Pacheco). Y, además, tuvo un par de cositas individuales para destacar, como esa pasadita ante Ortigoza y el pase milimétrico que le puso a Silvera que lo dejó en soledad ante Navarro (el arquero estuvo atento y rápido).
Pudo irse al entretiempo con algún gol más de ventaja Independiente. Además de ese mano a mano de Silvera, contó con otras dos situaciones claras. En una Sabia despejó un centro envenenado de Maximiliano Velázquez y en la otra Miguel Torrén se cruzó justo ante un zurdazo de Silvera.
En el último cuarto de hora el local no pudo sostener ni el ritmo ni la presión. Retrocedió unos metros y Argentinos, así, logró salir de ese desconcierto inicial. Encima, aparecieron algunos errores por el costado derecho de la defensa local, lugar ocupado por el “improvisado” Eduardo Tuzzio. Es cierto: todo se emparejó pero a la visita no le alcanzó.
En el complemento la historia fue al revés. Argentinos, sin ser tan incisivo, salió a jugar con más decisión. Mercier y Ortigoza tuvieron más contacto con la pelota y por eso Independiente sufrió bastante. Es cierto, Argentinos equivocó los caminos para atacar: tiró muchos centros que chocaron contra las sólidas cabezas de Julián Velázquez y Galeano. Quizás, debió insistir más por abajo, donde la defensa local mostró alguna falla.
Independiente sacó una mínima ventaja y respira. Argentinos sigue en caída libre.
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Ψ El gol Ψ
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Ψ Ficha de partido Ψ
Ψ Argentinos 1 - Independiente 1 Ψ
Independiente y Argentinos Juniors igualaron 1 a 1 en La Paternal, en el partido de vuelta por la clasificación a los octavos de final de la Copa Sudamericana. Néstor Ortigoza, de penal, anotó para el local en el primer tiempo. Empató Leandro Gracián en la segunda etapa, y como el resultado global de los dos encuentros es de 2-1 a favor de los Rojos, los de Avellaneda son el primer equipo argentino clasificado a la siguiente fase del torneo.
En el partido de ida, jugado en agosto en Avellaneda, el “Rojo” se había impuesto 1 a 0, con gol de Leonel Galeano.
En octavos de final, Independiente se medirá contra el vencedor del choque entre Sport Huancayo de Perú y Defensor Sporting de Uruguay, cuyo primer enfrentamiento está previsto para el miércoles 22 de septiembre. Independiente jugará de nuevo en la Copa Sudamericana en el mes de octubre, en fechas a definirse.
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Ψ El gol Ψ
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Ψ Ficha de partido Ψ
Ψ Defensor sporting 1 - Independiente 0 Ψ
Independiente no fue distinto de lo que venía siendo: un equipo que no seduce, que no genera ni un asombro, que juega de espaldas al juego. Sin embargo, a pesar de eso, no fue tan traumático el desenlace de su viaje por Montevideo: la derrota por 1 a 0 contra Defensor lo mantiene con vida y con expectativas en esta Copa Sudamericana que se hizo prioridad y objetivo. Claro, para superar esta instancia deberá mejorar. Y mucho.
Esta cita en el Centenario de Montevideo, territorio de mágicas historias épicas para el Rey de Copas (como aquella vuelta olímpica en la Libertadores de 1973), resultaba para Independiente un espacio para la reconciliación consigo mismo. Sobre todo, a partir de la última victoria frente a Gimnasia La Plata, en el ámbito local. No sólo por el resultado y el crecimiento en cuanto al juego, sobre todo porque el capítulo internacional es el único al que puede apuntar Independiente en este segundo semestre.
No se trataba -sin embargo- de un rival sencillo, más allá de su nombre alejado de las grandes conquistas. Defensor Sporting venía de obtener en su último encuentro como local en esta Copa Sudamericana la máxima victoria en la historia de la competición (9-0 a Sport Huancayo, de Parú).
Ante ese panorama, relevante sobre todo desde la perspectiva de la dupla histórica que conduce al plantel (Francisco Sá y Elbio Ricardo Pavoni, quienes suman entre ambos 20 títulos con la camiseta roja en sus pechos de defensores), Independiente ofreció un planteo razonable: primero, procuró tener la pelota, administrarla con criterio, asegurar los pases. Luego, se mostró como un equipo solidario y trató de estar lo más lejos posibles del arquero de Hilario Navarro.
Dentro de esa idea, fueron valiosos los rendimientos de Eduardo Tuzzio y de Fernando Godoy en la recuperación. También se destacaron la prolijidad de la defensa y la solidez de Navarro (la primera apuesta fuerte de la dupla que entrena al plantel).
Pero a Independiente le faltó la otra parte del libreto: no supo cómo llegarle al Violeta de Montevideo . Intentó por afuera con Nicolás Cabrera (por la derecha) y con Federico Mancuello (por la izquierda), pero jamás consiguió desequilibrar. Tampoco lo logró en los últimos metros, más allá de la intensidad de Facundo Parra y de algunos destellos de Andrés Silvera.
Independiente lo afrontó como un partido de Copa. Pensó más en resolver la cuestión defensiva que en golpear en el área de enfrente. Por un rato, esa búsqueda le salió bien. Hasta parecía capaz de mostrar aquel viejo oficio de los que hicieron al Rojo de Avellaneda un color para todo el mundo. Pero no. Son otros tiempos estos.
Entonces, cuando Independiente trataba de llevar el partido a un terreno neutro, con la inequívoca intención de repartir ceros, se encontró con un azar desfavorable. A los 20 minutos del segundo tiempo, tras un corner de Diego de Souza, Silvera peinó la pelota y luego de un rebote en Leandro Gración, Defensor se puso en ventaja.
No cambió demasiado el desarrollo. Intentó apenitas más el equipo uruguayo. No reaccionó Independiente tras los pasos del empate, como si la diferencia mínima le simpatizara. Y así se llegó, casi mansamente, a ese desenlace que no resolvió nada. Quedó una impresión clarísima: todo está por escribirse en el siguiente
capítulo, el martes 19 de octubre, bajo el cielo de Avellaneda.
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Ψ Los goles Ψ
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Ψ Ficha de partido Ψ
Ψ Independiente 4 - Defensor sporting 2 Ψ
De repente, en una sola noche y en un par de horas, Independiente, con un técnico recién llegado, con algunos jugadores recién salidos de la cantera y poco rodaje en el fútbol internacional, recuperó la mística que lo caracterizó décadas atrás en las copas. Fue justo en el primer partido que jugó en su nuevo estadio ante un rival de otro país. Fue en un partido de alta intensidad donde el alma y el corazón prevalecieron sobre el juego, ante un rival que se le paró de igual a igual dos veces tuvo con la clasificación en el bolsillo, y casi vuelve a quedársela en el final.
Si al final fue Independiente el que ganó 4-2 y se quedó con el pasaje a cuartos de final de esta Sudamericana, mucho tuvo que ver Hilario Navarro, que fue una muralla y tapó tres mano a mano en el peor momento de su equipo, cuando Defensor estaba 2-3 y amenazaba con liquidar definitivamente el pleito con sus ataques.
No hubo tiempo para especulaciones; Independiente salió a la cancha con todas la urgencias que le metían de su flojísima campaña en el Apertura y la derrota en el partido de ida en Montevideo. Por eso Patricio Rodríguez y Cabrera subían permanentemente por los costados; por eso Mareque y Fredes buscaban sumarse al circuito de ataque. Casi se le da de entrada a Independiente, cuando Patricio Rodríguez recibió dentro del área y sacó un derechazo que se estrelló en el travesaño.
La actitud ofensiva de Independiente tenía un riesgo. Era previsible que la defensa de tres que propuso Mohamed tuviese dificultades con dos delanteros movedizos y hábiles como Mora y Rizzo. Y a los 11 minutos. Rizzo le ganó de arriba a Galeano y cedió al área para Mora, quien metió una chilena para poner el 1-0. La pesadilla tan temida había llegado: ahora a Independiente la clasificación le quedaba a tres goles.
Fue providencial para el equipo de Mohamed que enseguida llegara el empate: Tuzzio ganó de cabeza en un centro, y Silvera fusiló con otro cabezazo a Silva. Defensor aceptó el ida y vuelta, y en ese vértigo Independiente encontró otra oportunidad de acercarse a los cuartos de final. Fredes recibió en el área un pase de Tuzzio, y metió un zurdazo con una comba exquisita para vencer al arquero. El ánimo de Independiente creció exponencialmente, y el estadio explotó cuando Patricio Rodríguez desparramó a Suárez y a Aranda, y dio el pase al área chica para que Cabrera definiera con frialdad.
Pero la ilusión de la clasificación seguía siendo muy frágil. Un aviso lo dio, antes del final del primer tiempo, el derechazo que Mora estrelló en el palo.
La cobarde agresión al arquero Silva retempló el ánimo de Defensor, y apenas empezó el complemento Diego Rodríguez, de 25 metros, metió un derechazo que devolvía el pasaje a cuartos a la otra orilla. Por un rato, Defensor fue una andanada que hizo crecer la figura de Navarro. Pero Independiente aguantó. Y sobre la media hora Gómez y Nicolás Martínez le dieron la razón a Mohamed, que los había hecho entrar. Centro de Gómez, cabezazo de Martínez y otra vez el estallido del estadio. Igual, Independiente tuvo que sufrir hasta la última jugada para poder soltar el festejo.
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Ψ Los goles Ψ
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Ψ Ficha de partido Ψ
Ψ Deportes tolima 2 - Independiente 2 Ψ
El Deportes Tolima de Colombia y el Independiente de Argentina igualaron anoche (2-2), en partido de ida de los cuartos de final de la Copa Sudamericana-2010 disputado en la ciudad de Ibagué.
Los goles del Tolima fueron anotados por Wilder Medina, a los 40 minutos, y el argentino Rodrigo Marangoni, de tiro libre a los 73, mientras que Andrés Silvera, a los 30 de penal, y Julián Velázquez (78) convirtieron los tantos del conjunto de Avellaneda.
Independiente salió a proponer el partido en el estadio Manuel Murillo Toro de Ibagué, con Lucas Mareque marcando y saliendo al ataque y el central Eduardo Tuzzio batiéndose en el fondo en un esquema de tres centrales y dos carrileros.
El once argentino, bajo la conducción del técnico Antonio Mohamed, también contó con un gran desempeño del portero Hilario Navarro, quien salvó en cuatro ocasiones a su equipo en la primera parte, cuando Tolima, líder de la Liga colombiana, se fue al ataque guiado por Medina, el volante colombiano Diego Chará y Marangoni.
El compromiso de vuelta se jugará el 11 de noviembre en Argentina, en un estadio distinto del de Independiente, sancionado por un partido a raíz de los incidentes protagonizados por su hinchada el pasado 19 de octubre, cuando el ‘Rojo’ derrotó 4-2 al uruguayo Defensor Sporting.
En esa ocasión, el guardameta del Defensor Sporting, Martín Silva, recibió un proyectil desde las gradas que le impactó en la cabeza al regresar del entretiempo.
El ganador de la llave entre Tolima e Independiente se medirá en semifinales de la Sudamericana-2010 con el triunfador de la serie entre el ecuatoriano Liga de Quito y el Newell’s Old Boys de Argentina.
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Ψ Los goles Ψ
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Ψ Ficha de partido Ψ
Ψ Independiente 0 - Deportes tolima 0 Ψ
Tal vez, sea esa mística y las páginas de gloria las que pusieron a Independiente otra vez en una semifinal de Copa luego de 15 años de ausencia. Porque el fútbol, su juego, sigue siendo una deuda como para revisar de cara a la semifinal frente a la Liga de Quito. Pero, ¿quién le quita la emoción de esta clasificación en el empate sin goles ante Tolima? Eso es lo que genera, inevitablemente, el clima festivo de un Cilindro pintado de rojo en Avellaneda.
El riesgo que asumió este Independiente fue alto. Sin la tenencia de la pelota y pese a que eso no haya significado un dominio pleno del equipo colombiano, los de Antonio Mohamed pusieron sobre la mesa la clasificación. Porque un gol del Tolima iba a modificar el escenario en apenas un grito y, se sabe, los destinos de un partido se abren según ese pase a la red. Tuvo, sin embargo, oportunidades genuinas y no tanto para embocar en un primer tiempo de minutos intensos donde los dos equipos jugaron al golpe por golpe. Patricio Rodríguez probó desde media distancia y la pelota se fue apenas por arriba del travesaño. Al rato, otra vez Patito luego de un error del arquero Antony Silva -dominó el balón de manera precaria y el joven surgido de la cantera la punteó y por poco no fue gol- tuvo la chance de abrir el marcador. Pero quien estuvo más cerca de festejar fue Leonel Galeano, con un cabezazo que dio en el travesaño.
¿Cómo era la respuesta de la visita? Claramente parado para jugar al contragolpe, se cruzó con caminos alternativos para llegar hasta Hilario Navarro. Rodrigo Marangoni lo exigió con un buen remate que el arquero sacó al córner, Wilder Medina sacudió sus manos con un derechazo y, tras un tiro libre, Yesid Martínez anotó un gol que fue bien anulado por falta a Navarro. Toda una señal luego traducida en ratos de audacia de los colombianos que -en buenos capítulos de este partido- tomaron el control remoto.
Se potenció, toda esa teoría que en la práctica careció de profundidad -léase los avances con buena técnica del Tolima- con el cambio de fichas en Independiente. Si bien Rodríguez fue una luz intermitente en la noche, su capacidad para elaborar es lo que no sobra en el conjunto del Turco. En el intento -salió Patito ingresó Maximiliano Velázquez- se buscó liberar a Lucas Mareque de una zona donde estuvo más contenido de lo imaginado. El lateral anoche volante por la izquierda rara vez supo lanzarse en ataque por la presión que generaba el juego en esa zona de los dirigidos por Hernán Torres.
En los minutos finales las emociones y el resultado conseguido en la ida jugaron un papel determinante. Porque esa necesidad de gol de los colombianos abrió, decididamente, el grifo del partido para que Independiente pusiera la caña de pescar en cada contra sin peaje. Pese a eso, pocas veces se animó a más y nunca fue con convicción para terminar la serie que quedó con pronóstico reservado hasta el final. Incluso, cuando Jorge Perlaza encaró para definir y pese a la falta de Navarro, el árbitro no cobró penal. Eso, quizás, liberó de toda tensión. Y ahí los jugadores se quitaron un poco tanta presión por los temores a la derrota, ahí un pedazo de historia se paseó por el cielo y observó este pasaje del equipo de Mohamed. Sin juego, pero con plus en su arquero y la defensa. Tal vez sea mística. O no, pero una página queda abierta...
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Ψ Los goles Ψ (no hubo)
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Ψ Ficha de partido Ψ
Ψ Liga de Quito 3 - Independiente 2 Ψ
Independiente se vuelve de esta ciudad con una derrota que no duele. Estuvo tres goles abajo y pintaba para catástrofe . Pero desde la llegada de Antonio Mohamed, este equipo tiene un ánimo diferente, más energía. Tal vez, se reencontró con aquella mística copera. Anoche lo demostró.
En la adversidad sacó pecho y renació . Marcó dos goles que dejan la clasificación abierta. Solamente necesita de un triunfo en Avellaneda para volver a una final copera.
Al inconveniente de la altura se le sumó otro componente extra: la intensa lluvia que cayó durante todo la tarde en Quito. Eso no hizo otra cosa que multiplicar las imprecisiones. Para los dos lados. Ni Liga pudo acorralarlo como suele hacer con cada rival que recibe en la Casa Blanca y el Independiente de Mohamed no consiguió, al menos en esos primeros minutos, jugar corto, al pie, seguro.
Tardó 25 minutos en afirmarse. Recién, pasadita la mitad de la primera etapa logró su cometido: controlar a Liga, manejar la pelota más cerca del área rival que de la suya y generar cierto peligro.
Fueron dos las vías que utilizó. La primera, buscar córners o tiros libres cerca del área para poner gente cerca del arco de Cevallos. La primera, la más notoria, fue el remate desde larga distancia. Casualidad o no, fue Fernando Godoy el que más probó. Tres fueron los derechazos del volante central. A los 11 minutos, el remate se cruzó con el cuerpo de Calderón. A los 22, el arquero Cevallos controló el tiro en dos tiempos. Y a los 30, las más clara: la pelota pegó en la parte de arriba del travesaño. Casi...
La línea de 3 de Independiente, que generalmente era de 5, tenía la ayuda de Battión. El ex Banfield se plantó delante de los defensores como para no darle espacios a los veloces y habilidosos volantes ecuatorianos. En cambio, Godoy y Fredes, eran los más activos, los encargados de soltarse para asociarse con Andrés Silvera y Facundo Parra, quien a los 24, desde el piso, casi marca el primero (Luna salvó a su equipo en la línea).
El último cuarto de hora “aflojó” Independiente. Se quedó sin aire. Y Liga, casi sin proponérselo y con el murmullo de su público, comenzó a ganar metros. Con confusión, errático y sin ideas claras, Liga fue. Alguna que otra aceleración de Neicer Reasco que Mareque se las ingenió como pudo para contenerlo. Muy poco. Pero...
El uruguayo Salgueiro, cuando la cabeza de los de Avellaneda ya estaban en el entretiempo y las piernas cansadas, dejó atrás a Battión con un amague y sacó un pelotazo que no dobló, que se fue derechito al ángulo de Navarro. Bombazo. Sorpresa. E injusticia...
En el arranque del complemento, Independiente salió con todo. Pero el local, con la ventaja a su favor, se paró decididamente para salir velozmente de contra. Y esa fórmula, en un puñado de minutos, le dio sus frutos.
Contra 1 . Hernán Barcos rechazó una pelota en su área; Salgueiro la agarró en su propio campo. Ahí, comenzó una alocada carrera que terminó en un pase exquisito para la entrada goleadora de Bolaños. Derechazo cruzado y 2 a 0.
Contra 2 . Otra salida con el sello de la Liga que fue de área a área. barcos la adelantó y Reasco sacó un latigazo de derecha que dejó sin chances a Navarro. Gol. 3 a 0.
La sensación era que “no se iba a traer algo” como pidió Mohamed. Independiente estaba mal. Pero, una vez más, apareció la mística copera. Silvera, en posición adelantada, acarició la pelota y la colocó junto al palo izquierdo de Cevallos. Gol. Descuento. Alivio. Y a los 18, Mareque, acortó las diferencias con un magistral derechazo.
Independiente no la pasó mal en el final: sólo una doble tapada de Navarro. Nada más. La llave está abierta. Las ilusiones intactas.
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Ψ Los goles Ψ
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Ψ Ficha de partido Ψ
Ψ Independiente 2 - Liga de Quito 1 Ψ
Hubo un día en el que Hernán Fredes escuchó silbidos y/o rechazos desde casi todos los rincones del Libertadores de América. Se sintió incómodo. Lo vivió como un golpe. La llegada de Antonio Mohamed le sirvió, como a varios de sus compañeros, como un impulso. Tenía aquella espina clavada en algún espacio de su espíritu. Y se la quería sacar...
Hubo una noche en la que el mismo Fredes sintió que el Infierno podía transformarse en Paraíso . Justo en el día más importante de Independiente en esta temporada, cuando había que ganar para que la sensación de Rey de Copas volviera a brotar en Avellaneda, este mediocampista de 23 años que se crió bien cerca de esas calles que tanto tienen que ver con el club - Cordero, Alsina, Bochini- se hizo superhéroe por un rato. Creyó que podía y pudo. Fue, recuperó la pelota en el borde del área rival, se animó y cuando Andrés Silvera ya se perfilaba para definir, Fredes extendió su pierna izquierda y estampó el 2-1 ante la duda del arquero José Cevallos. Iban apenas cuarenta segundos del segundo tiempo. Era el principio de una noche con desenlace feliz...
Ese gol, el cuarto en sus 102 partidos con la camiseta roja, no fue un grito más: permitió el regreso de Independiente a una final internacional luego de casi 15 años. Resultó también, claro, una reivindicación para ese joven que entendió que de los rechazos se puede volver con constancia.
Hubo otro personaje central en la noche mágica del reencuentro de Independiente con su esencia. Fue el otro goleador en el triunfo 2-1 a la Liga de Quito. Se trata de Facundo Parra, quien además de convertir jugó un partido para esos aplausos que recibió al salir reemplazado ya en tiempo de descuento.
El ex delantero de Chacarita, que llegó este año a Independiente, también encontró respaldo con el arribo de Mohamed. El entrenador lo transformó en el socio de ataque de Andrés Silvera -la referencia inevitable- y a partir de esa confianza su rendimiento se hizo más valioso. Su cabezazo en el primer gol no fue un azar: sus 184 centímetros le permitieron convertir siete de los 16 goles de su carrera de ese modo. En Independiente, anoche sumó su segundo tanto en los 19 partidos que disputó entre el torneo local y esta Sudamericana.
Al final del partido, se abrazó con todos y con cada uno de los compañeros o auxiliares que encontró a su paso. Apenitas después, le puso palabras a su euforia, que era también la euforia del contorno: “Es una locura esto. Una locura enorme. Una gran alegría. Jugamos un gran partido. Dejamos todo. Me parece que estamos bárbaro. Tenemos unos jugadores de la puta madre ... Dios quiera que le podamos dar esta Copa a la gente. Pueden estar tranquilos: vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para lograrlo”. También parecía convencido.
Fredes
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Ψ Los goles Ψ
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Ψ Ficha de partido Ψ
Ψ Goias 2 - Independiente 0 Ψ
Ahora sí que Independiente tendrá que recurrir a esa mística copera que se le reconoce desde hace casi 50 años. Regresa desde Brasil con un escenario complicado, luego de perder por dos goles y sabiendo que para el miércoles no podrá contar con un delantero insigna, Andrés Silvera. Sin embargo, el bravo Independiente sigue vivo y con la fe intacta de que queda mucho por jugar por este preciado objetivo que es la Copa Sudamericana.
Después de los primeros minutos, cuando el juego estuvo cargado de tensión por la ansiedad de casi todos los protagonistas, el partido entregó una certeza: en cuando los rapiditos de Goiás pudieran quebrar la presión en la mitad de la cancha, sector en el que Independiente destinó cinco jugadores (desde la derecha a la izquierda Cabrera, Godoy, Battión Fredes y Mareque), las situaciones de gol iban a empezar a reproducirse en el arco de Hilario Navarro.
No fue ciertamente por ese camino, pero cayó la apertura del marcador. Como Mareque no pudo manejar una pelota con claridad terminó trabando con Douglas, situación que derivó en un rebote que terminó en asistencia para el temible definidor Rafael Moura, quien ante el achique desesperado de Navarro resolvió con un toque sutil.
Reaccionó el equipo de Antonio Mohamed y con más empuje que juego se adelantó en búsqueda de la igualdad. Dispuso Cabrera de una chance clarísima, pero el veterano Harley (38 años) desvió el potente disparo del carrilero rojo.
El partido entregaba claramente una imagen de quiebre. Con Independiente volcado en la ofensiva y Goiás, esperando en bloque, predispuesto para sorprender de contraataque y aprovechar la extensión inusual del campo de juego (115 metros de largo por 77 de ancho). Y así llegó el segundo gol. En una ráfaga de 70 metros de recorrido, Marcelo Costa habilitó a Douglas a espaldas de Mareque, quien quedó lejos del movimiento. La pelota llegó al medio del área, Navarro no pudo cortar y Neto, bien de pescador, definió sin inconvenientes.
De frente a la dureza que le mostraba la realidad, el Turco Mohamed insistió reiteradamente que “hay que marcar, hay que marcar”, pidiendo que su equipo no se inmolara porque aún resta la revancha de la próxima semana.
La cosa se complicó todavía más poco antes del primer cuarto de hora de la segunda etapa. El paraguayo Torres expulsó Silvera por un codazo a Toloi y pareció que una tormenta caería sobre el futuro de Independiente. Ahí mismo se neutralizó la idea de atacar más con el Patito por Godoy. Como Goiás tampoco hizo demasiado para aumentar la diferencia -un cabezazo de Rafael Moura que Navarro atajó de modo espectacular fue lo más peligroso del complemento-, el Rey de Copas se fue convenciendo de que el 0-2 no era bueno pero tampoco de lo peor.
Con Matheu por Cabrera y Maxi Velázquez por Fredes, se acabó la discusión. La decisión fue de defender todo lo posible y que Goiás supiera que tiene una buena ventaja pero que de ninguna manera puede cantar victoria.
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Ψ Los goles Ψ
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Ψ Ficha de partido Ψ
Ψ Independiente 3 - Goias 1 Ψ
El viejo y querido estadio de la Doble Visera, inaugurado en 1928 sobre este mismo suelo, demoró diez años en parir un campeonato. Ahora, se sabe, los tiempos son más veloces: un año, un mes y 10 días después. O 406 días más tarde. O a 58 semanas del 28 de octubre de 2009, cuando reabrió las puertas de su nueva casa con un 3-1 a Colón. Eso, 9.744 horas, es lo que tardó Independiente en bañar de mística ganadora al hasta anoche virgen estadio Libertadores de América.
Porque el Rojo , vestido de azul y en medio de una fiesta decididamente diabólica, lo dio vuelta ante el Goiás Esporte Clube, fue campeonísimo otra vez y se transformó en Independiente de Sudamérica . Y la marea roja de las tribunas, ésa que primero supo sufrir, acabó envuelta en llamas, feliz, descontrolada y loca de la vida. Y cantó, más fuerte que nunca, “El Rey de Copas, la p... que te parió” .
Los tiempos se aceleraron; las costumbres, no cambiaron... En diciembre de 1938, aquel Independiente de Erico, Sastre y De la Mata salía campeón con un 8 a 2 a Lanús en una Doble Visera que ayer, casualmente, hizo cuatro años que bajó sus persianas. Este Independiente de casa nueva, el equipo que resucitó el enorme Mohamed, es menos ostentoso desde los nombres pero tanto o más capaz que cualquiera de mandar al diablo a quien sea . ¿O acaso algún hincha de Independiente, dos meses atrás, imaginaba un final tan pero tan feliz? El Turco lo hizo posible...
Su Independiente se las ingenió para repartir felicidades con su máxima efectividad en los penales: 5-3.
Maxi Velázquez, Parra, Gracián, Matheu y Tuzzio, desde los doce pasos , cambiaron tensión por campeonato y, a lo Papá Noel, regalaron el mejor festejo navideño: ese baile que se armó en Avellaneda desde la medianoche y hasta bien entrada la madrugada.
Bien por Hilario y sus manos mágicas. Bien por Battion y su fina estampa. Bien por Tuzzio y esa serenidad de campeón en el último penal . Bien por los que cruzaron el disco en este primer título en el Libertadores que reinserta a Independiente en el últimamente esquivo plano internacional : primera fase de la Libertadores, Recopa (con Inter), Copa Suruga (Jubilo Iwata de Japón) y 8° de la próxima Sudamericana.
Bien por el Patito Rodríguez y ese caño del primer tiempo. Bien por Parra y bien por Max, el perro de Parra que habrá terminado disfónico de ladrar los goles de su dueño: al cabo, al tercero lo metió casi en cuatro patas...
Bien por todos y cada uno de los hinchas de Independiente que ayer desafiaron a las leyes de la matemáticas y a las ordenanzas municipales: se amucharon 40 mil fanáticos en una cancha habilitada para 32.500...
Hubo ingreso en paz para las familias que llegaron temprano, aunque los que cayeron sobre la hora no entraron como Pancho por su casa...
Lo cierto es que toda esa Comunidad Roja atravesó el abanico de sensaciones que dominó la noche de Avellaneda: confianza en darlo vuelta al comienzo, alegría tempranera con el gol de Julián Velázquez, silencio lógico con el empate de Mouras, explosión con el doblete de Parra y dientes apretados y algo de preocupación con los embates brasileños del final. Por suerte, claro, estaba Hilario Navarro. Pero el aliento nunca cesó y la hinchada hasta dijo presente cuando las papas quemaban y fue necesario despertar al equipo con el “Movete Rojo movete...” Seguramente, ayudaron en algunas atajadas los fantasmas que Fernando Bello, Santoro o Islas dejaron sobre este mismo terreno, aunque con otro césped. Es probable que hayan colaborado en esta nueva celebración viejos conocidos de esta tierra santa, como Grillo, Alzamendi, Bernao, Pastoriza, Garnero, Clausen o Trossero.
Hubo gastadas al Goiás y a Racing con una misma canción. “Vos sos de la B” , himno con el que se recibe siempre a los primos de Avellaneda y que a los brasileños, recientemente descendidos, les iba como anillo al dedo. Lo cantaba con orgullo nacional e internacional el Independiente de la A.
De la A de América...
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Ψ Los goles Ψ
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Ψ Ficha de partido Ψ
Ψ GRACIAS INDEPENDIENTE POR ESTE CAMPEONATO Ψ
Ψ PENALES Y FESTEJOS Ψ
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¡GRACIAS ROJO!
Y una noche, en un momento complicado, apareció esa tradición copera que supo ser motivo de orgullo. Es cierto: la Copa Sudamericana recién comienza, falta la revancha en La Paternal (el jueves 9 de septiembre), pero Independiente necesitaba un triunfo para arrancar con ilusiones en este torneo continental y para olvidar el pobre presente del Apertura. Fue 1 a 0. La diferencia, por lo hecho en la primer parte, pudo ser más amplia. Argentinos, al final, también pudo conseguir el empate. Pero esta visto que no son los mejores días del equipo de Pedro Troglio. La llave, obviamente, no está cerrada ni mucho menos.
Las razones del triunfo de Independiente fueron múltiples. Pero, hubo una principal: la actitud con la que salió a jugar el partido. Desde el vamos se lo llevó por delante a un Argentinos que le costó y mucho hacer pie. Fueron 25 minutos muy buenos del equipo conducido por Daniel Garnero. Los mejores desde que asumió. Sin duda.
La superioridad fue notoria. Y en todos los aspectos. Acertó Garnero claramente al incluir a Maximiliano Velázquez como “3” y a Lucas Mareque más adelantado. Porque ellos supieron conformar una dupla interesante, efectiva. Desde ahí, se generaron muchos avances. De hecho, el gol llegó desde ese costado: tiro libre preciso de Hernán Fredes para la entrada solitaria de Leonel Galeano. El zaguero acomodó el frentazo lejos del arquero Nicolás Navarro, bien pegadito al palo derecho. Bonito gol.
Lo de Argentinos, en ese lapso, pasó más por destruir, por encontrar la pelota, por sacarse de encima a un equipo que se plantó casi en mitad del campo, que por construir. Juan Sabia y Gonzalo Prósperi eran superados permanentemente. Y Néstor Ortigoza y Juan Mercier, los cerebros del equipo, estaban incómodos e imprecisos.
Del medio hacia adelante también hubo mejoras. Porque Nicolás Martínez, el reemplazante de Leandro Gracián, se asoció continuamente y muy bien con Andrés Silvera y Facundo Parra, quien jugó por primer vez como titular (jugó por Pacheco). Y, además, tuvo un par de cositas individuales para destacar, como esa pasadita ante Ortigoza y el pase milimétrico que le puso a Silvera que lo dejó en soledad ante Navarro (el arquero estuvo atento y rápido).
Pudo irse al entretiempo con algún gol más de ventaja Independiente. Además de ese mano a mano de Silvera, contó con otras dos situaciones claras. En una Sabia despejó un centro envenenado de Maximiliano Velázquez y en la otra Miguel Torrén se cruzó justo ante un zurdazo de Silvera.
En el último cuarto de hora el local no pudo sostener ni el ritmo ni la presión. Retrocedió unos metros y Argentinos, así, logró salir de ese desconcierto inicial. Encima, aparecieron algunos errores por el costado derecho de la defensa local, lugar ocupado por el “improvisado” Eduardo Tuzzio. Es cierto: todo se emparejó pero a la visita no le alcanzó.
En el complemento la historia fue al revés. Argentinos, sin ser tan incisivo, salió a jugar con más decisión. Mercier y Ortigoza tuvieron más contacto con la pelota y por eso Independiente sufrió bastante. Es cierto, Argentinos equivocó los caminos para atacar: tiró muchos centros que chocaron contra las sólidas cabezas de Julián Velázquez y Galeano. Quizás, debió insistir más por abajo, donde la defensa local mostró alguna falla.
Independiente sacó una mínima ventaja y respira. Argentinos sigue en caída libre.
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Ψ El gol Ψ
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Ψ Ficha de partido Ψ
Ψ Argentinos 1 - Independiente 1 Ψ
Independiente y Argentinos Juniors igualaron 1 a 1 en La Paternal, en el partido de vuelta por la clasificación a los octavos de final de la Copa Sudamericana. Néstor Ortigoza, de penal, anotó para el local en el primer tiempo. Empató Leandro Gracián en la segunda etapa, y como el resultado global de los dos encuentros es de 2-1 a favor de los Rojos, los de Avellaneda son el primer equipo argentino clasificado a la siguiente fase del torneo.
En el partido de ida, jugado en agosto en Avellaneda, el “Rojo” se había impuesto 1 a 0, con gol de Leonel Galeano.
En octavos de final, Independiente se medirá contra el vencedor del choque entre Sport Huancayo de Perú y Defensor Sporting de Uruguay, cuyo primer enfrentamiento está previsto para el miércoles 22 de septiembre. Independiente jugará de nuevo en la Copa Sudamericana en el mes de octubre, en fechas a definirse.
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Ψ El gol Ψ
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Ψ Ficha de partido Ψ
Ψ Defensor sporting 1 - Independiente 0 Ψ
Independiente no fue distinto de lo que venía siendo: un equipo que no seduce, que no genera ni un asombro, que juega de espaldas al juego. Sin embargo, a pesar de eso, no fue tan traumático el desenlace de su viaje por Montevideo: la derrota por 1 a 0 contra Defensor lo mantiene con vida y con expectativas en esta Copa Sudamericana que se hizo prioridad y objetivo. Claro, para superar esta instancia deberá mejorar. Y mucho.
Esta cita en el Centenario de Montevideo, territorio de mágicas historias épicas para el Rey de Copas (como aquella vuelta olímpica en la Libertadores de 1973), resultaba para Independiente un espacio para la reconciliación consigo mismo. Sobre todo, a partir de la última victoria frente a Gimnasia La Plata, en el ámbito local. No sólo por el resultado y el crecimiento en cuanto al juego, sobre todo porque el capítulo internacional es el único al que puede apuntar Independiente en este segundo semestre.
No se trataba -sin embargo- de un rival sencillo, más allá de su nombre alejado de las grandes conquistas. Defensor Sporting venía de obtener en su último encuentro como local en esta Copa Sudamericana la máxima victoria en la historia de la competición (9-0 a Sport Huancayo, de Parú).
Ante ese panorama, relevante sobre todo desde la perspectiva de la dupla histórica que conduce al plantel (Francisco Sá y Elbio Ricardo Pavoni, quienes suman entre ambos 20 títulos con la camiseta roja en sus pechos de defensores), Independiente ofreció un planteo razonable: primero, procuró tener la pelota, administrarla con criterio, asegurar los pases. Luego, se mostró como un equipo solidario y trató de estar lo más lejos posibles del arquero de Hilario Navarro.
Dentro de esa idea, fueron valiosos los rendimientos de Eduardo Tuzzio y de Fernando Godoy en la recuperación. También se destacaron la prolijidad de la defensa y la solidez de Navarro (la primera apuesta fuerte de la dupla que entrena al plantel).
Pero a Independiente le faltó la otra parte del libreto: no supo cómo llegarle al Violeta de Montevideo . Intentó por afuera con Nicolás Cabrera (por la derecha) y con Federico Mancuello (por la izquierda), pero jamás consiguió desequilibrar. Tampoco lo logró en los últimos metros, más allá de la intensidad de Facundo Parra y de algunos destellos de Andrés Silvera.
Independiente lo afrontó como un partido de Copa. Pensó más en resolver la cuestión defensiva que en golpear en el área de enfrente. Por un rato, esa búsqueda le salió bien. Hasta parecía capaz de mostrar aquel viejo oficio de los que hicieron al Rojo de Avellaneda un color para todo el mundo. Pero no. Son otros tiempos estos.
Entonces, cuando Independiente trataba de llevar el partido a un terreno neutro, con la inequívoca intención de repartir ceros, se encontró con un azar desfavorable. A los 20 minutos del segundo tiempo, tras un corner de Diego de Souza, Silvera peinó la pelota y luego de un rebote en Leandro Gración, Defensor se puso en ventaja.
No cambió demasiado el desarrollo. Intentó apenitas más el equipo uruguayo. No reaccionó Independiente tras los pasos del empate, como si la diferencia mínima le simpatizara. Y así se llegó, casi mansamente, a ese desenlace que no resolvió nada. Quedó una impresión clarísima: todo está por escribirse en el siguiente
capítulo, el martes 19 de octubre, bajo el cielo de Avellaneda.
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Ψ Los goles Ψ
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Ψ Ficha de partido Ψ
Ψ Independiente 4 - Defensor sporting 2 Ψ
De repente, en una sola noche y en un par de horas, Independiente, con un técnico recién llegado, con algunos jugadores recién salidos de la cantera y poco rodaje en el fútbol internacional, recuperó la mística que lo caracterizó décadas atrás en las copas. Fue justo en el primer partido que jugó en su nuevo estadio ante un rival de otro país. Fue en un partido de alta intensidad donde el alma y el corazón prevalecieron sobre el juego, ante un rival que se le paró de igual a igual dos veces tuvo con la clasificación en el bolsillo, y casi vuelve a quedársela en el final.
Si al final fue Independiente el que ganó 4-2 y se quedó con el pasaje a cuartos de final de esta Sudamericana, mucho tuvo que ver Hilario Navarro, que fue una muralla y tapó tres mano a mano en el peor momento de su equipo, cuando Defensor estaba 2-3 y amenazaba con liquidar definitivamente el pleito con sus ataques.
No hubo tiempo para especulaciones; Independiente salió a la cancha con todas la urgencias que le metían de su flojísima campaña en el Apertura y la derrota en el partido de ida en Montevideo. Por eso Patricio Rodríguez y Cabrera subían permanentemente por los costados; por eso Mareque y Fredes buscaban sumarse al circuito de ataque. Casi se le da de entrada a Independiente, cuando Patricio Rodríguez recibió dentro del área y sacó un derechazo que se estrelló en el travesaño.
La actitud ofensiva de Independiente tenía un riesgo. Era previsible que la defensa de tres que propuso Mohamed tuviese dificultades con dos delanteros movedizos y hábiles como Mora y Rizzo. Y a los 11 minutos. Rizzo le ganó de arriba a Galeano y cedió al área para Mora, quien metió una chilena para poner el 1-0. La pesadilla tan temida había llegado: ahora a Independiente la clasificación le quedaba a tres goles.
Fue providencial para el equipo de Mohamed que enseguida llegara el empate: Tuzzio ganó de cabeza en un centro, y Silvera fusiló con otro cabezazo a Silva. Defensor aceptó el ida y vuelta, y en ese vértigo Independiente encontró otra oportunidad de acercarse a los cuartos de final. Fredes recibió en el área un pase de Tuzzio, y metió un zurdazo con una comba exquisita para vencer al arquero. El ánimo de Independiente creció exponencialmente, y el estadio explotó cuando Patricio Rodríguez desparramó a Suárez y a Aranda, y dio el pase al área chica para que Cabrera definiera con frialdad.
Pero la ilusión de la clasificación seguía siendo muy frágil. Un aviso lo dio, antes del final del primer tiempo, el derechazo que Mora estrelló en el palo.
La cobarde agresión al arquero Silva retempló el ánimo de Defensor, y apenas empezó el complemento Diego Rodríguez, de 25 metros, metió un derechazo que devolvía el pasaje a cuartos a la otra orilla. Por un rato, Defensor fue una andanada que hizo crecer la figura de Navarro. Pero Independiente aguantó. Y sobre la media hora Gómez y Nicolás Martínez le dieron la razón a Mohamed, que los había hecho entrar. Centro de Gómez, cabezazo de Martínez y otra vez el estallido del estadio. Igual, Independiente tuvo que sufrir hasta la última jugada para poder soltar el festejo.
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Ψ Los goles Ψ
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Ψ Ficha de partido Ψ
Ψ Deportes tolima 2 - Independiente 2 Ψ
El Deportes Tolima de Colombia y el Independiente de Argentina igualaron anoche (2-2), en partido de ida de los cuartos de final de la Copa Sudamericana-2010 disputado en la ciudad de Ibagué.
Los goles del Tolima fueron anotados por Wilder Medina, a los 40 minutos, y el argentino Rodrigo Marangoni, de tiro libre a los 73, mientras que Andrés Silvera, a los 30 de penal, y Julián Velázquez (78) convirtieron los tantos del conjunto de Avellaneda.
Independiente salió a proponer el partido en el estadio Manuel Murillo Toro de Ibagué, con Lucas Mareque marcando y saliendo al ataque y el central Eduardo Tuzzio batiéndose en el fondo en un esquema de tres centrales y dos carrileros.
El once argentino, bajo la conducción del técnico Antonio Mohamed, también contó con un gran desempeño del portero Hilario Navarro, quien salvó en cuatro ocasiones a su equipo en la primera parte, cuando Tolima, líder de la Liga colombiana, se fue al ataque guiado por Medina, el volante colombiano Diego Chará y Marangoni.
El compromiso de vuelta se jugará el 11 de noviembre en Argentina, en un estadio distinto del de Independiente, sancionado por un partido a raíz de los incidentes protagonizados por su hinchada el pasado 19 de octubre, cuando el ‘Rojo’ derrotó 4-2 al uruguayo Defensor Sporting.
En esa ocasión, el guardameta del Defensor Sporting, Martín Silva, recibió un proyectil desde las gradas que le impactó en la cabeza al regresar del entretiempo.
El ganador de la llave entre Tolima e Independiente se medirá en semifinales de la Sudamericana-2010 con el triunfador de la serie entre el ecuatoriano Liga de Quito y el Newell’s Old Boys de Argentina.
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Ψ Los goles Ψ
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Ψ Ficha de partido Ψ
Ψ Independiente 0 - Deportes tolima 0 Ψ
Tal vez, sea esa mística y las páginas de gloria las que pusieron a Independiente otra vez en una semifinal de Copa luego de 15 años de ausencia. Porque el fútbol, su juego, sigue siendo una deuda como para revisar de cara a la semifinal frente a la Liga de Quito. Pero, ¿quién le quita la emoción de esta clasificación en el empate sin goles ante Tolima? Eso es lo que genera, inevitablemente, el clima festivo de un Cilindro pintado de rojo en Avellaneda.
El riesgo que asumió este Independiente fue alto. Sin la tenencia de la pelota y pese a que eso no haya significado un dominio pleno del equipo colombiano, los de Antonio Mohamed pusieron sobre la mesa la clasificación. Porque un gol del Tolima iba a modificar el escenario en apenas un grito y, se sabe, los destinos de un partido se abren según ese pase a la red. Tuvo, sin embargo, oportunidades genuinas y no tanto para embocar en un primer tiempo de minutos intensos donde los dos equipos jugaron al golpe por golpe. Patricio Rodríguez probó desde media distancia y la pelota se fue apenas por arriba del travesaño. Al rato, otra vez Patito luego de un error del arquero Antony Silva -dominó el balón de manera precaria y el joven surgido de la cantera la punteó y por poco no fue gol- tuvo la chance de abrir el marcador. Pero quien estuvo más cerca de festejar fue Leonel Galeano, con un cabezazo que dio en el travesaño.
¿Cómo era la respuesta de la visita? Claramente parado para jugar al contragolpe, se cruzó con caminos alternativos para llegar hasta Hilario Navarro. Rodrigo Marangoni lo exigió con un buen remate que el arquero sacó al córner, Wilder Medina sacudió sus manos con un derechazo y, tras un tiro libre, Yesid Martínez anotó un gol que fue bien anulado por falta a Navarro. Toda una señal luego traducida en ratos de audacia de los colombianos que -en buenos capítulos de este partido- tomaron el control remoto.
Se potenció, toda esa teoría que en la práctica careció de profundidad -léase los avances con buena técnica del Tolima- con el cambio de fichas en Independiente. Si bien Rodríguez fue una luz intermitente en la noche, su capacidad para elaborar es lo que no sobra en el conjunto del Turco. En el intento -salió Patito ingresó Maximiliano Velázquez- se buscó liberar a Lucas Mareque de una zona donde estuvo más contenido de lo imaginado. El lateral anoche volante por la izquierda rara vez supo lanzarse en ataque por la presión que generaba el juego en esa zona de los dirigidos por Hernán Torres.
En los minutos finales las emociones y el resultado conseguido en la ida jugaron un papel determinante. Porque esa necesidad de gol de los colombianos abrió, decididamente, el grifo del partido para que Independiente pusiera la caña de pescar en cada contra sin peaje. Pese a eso, pocas veces se animó a más y nunca fue con convicción para terminar la serie que quedó con pronóstico reservado hasta el final. Incluso, cuando Jorge Perlaza encaró para definir y pese a la falta de Navarro, el árbitro no cobró penal. Eso, quizás, liberó de toda tensión. Y ahí los jugadores se quitaron un poco tanta presión por los temores a la derrota, ahí un pedazo de historia se paseó por el cielo y observó este pasaje del equipo de Mohamed. Sin juego, pero con plus en su arquero y la defensa. Tal vez sea mística. O no, pero una página queda abierta...
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Ψ Los goles Ψ (no hubo)
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Ψ Ficha de partido Ψ
Ψ Liga de Quito 3 - Independiente 2 Ψ
Independiente se vuelve de esta ciudad con una derrota que no duele. Estuvo tres goles abajo y pintaba para catástrofe . Pero desde la llegada de Antonio Mohamed, este equipo tiene un ánimo diferente, más energía. Tal vez, se reencontró con aquella mística copera. Anoche lo demostró.
En la adversidad sacó pecho y renació . Marcó dos goles que dejan la clasificación abierta. Solamente necesita de un triunfo en Avellaneda para volver a una final copera.
Al inconveniente de la altura se le sumó otro componente extra: la intensa lluvia que cayó durante todo la tarde en Quito. Eso no hizo otra cosa que multiplicar las imprecisiones. Para los dos lados. Ni Liga pudo acorralarlo como suele hacer con cada rival que recibe en la Casa Blanca y el Independiente de Mohamed no consiguió, al menos en esos primeros minutos, jugar corto, al pie, seguro.
Tardó 25 minutos en afirmarse. Recién, pasadita la mitad de la primera etapa logró su cometido: controlar a Liga, manejar la pelota más cerca del área rival que de la suya y generar cierto peligro.
Fueron dos las vías que utilizó. La primera, buscar córners o tiros libres cerca del área para poner gente cerca del arco de Cevallos. La primera, la más notoria, fue el remate desde larga distancia. Casualidad o no, fue Fernando Godoy el que más probó. Tres fueron los derechazos del volante central. A los 11 minutos, el remate se cruzó con el cuerpo de Calderón. A los 22, el arquero Cevallos controló el tiro en dos tiempos. Y a los 30, las más clara: la pelota pegó en la parte de arriba del travesaño. Casi...
La línea de 3 de Independiente, que generalmente era de 5, tenía la ayuda de Battión. El ex Banfield se plantó delante de los defensores como para no darle espacios a los veloces y habilidosos volantes ecuatorianos. En cambio, Godoy y Fredes, eran los más activos, los encargados de soltarse para asociarse con Andrés Silvera y Facundo Parra, quien a los 24, desde el piso, casi marca el primero (Luna salvó a su equipo en la línea).
El último cuarto de hora “aflojó” Independiente. Se quedó sin aire. Y Liga, casi sin proponérselo y con el murmullo de su público, comenzó a ganar metros. Con confusión, errático y sin ideas claras, Liga fue. Alguna que otra aceleración de Neicer Reasco que Mareque se las ingenió como pudo para contenerlo. Muy poco. Pero...
El uruguayo Salgueiro, cuando la cabeza de los de Avellaneda ya estaban en el entretiempo y las piernas cansadas, dejó atrás a Battión con un amague y sacó un pelotazo que no dobló, que se fue derechito al ángulo de Navarro. Bombazo. Sorpresa. E injusticia...
En el arranque del complemento, Independiente salió con todo. Pero el local, con la ventaja a su favor, se paró decididamente para salir velozmente de contra. Y esa fórmula, en un puñado de minutos, le dio sus frutos.
Contra 1 . Hernán Barcos rechazó una pelota en su área; Salgueiro la agarró en su propio campo. Ahí, comenzó una alocada carrera que terminó en un pase exquisito para la entrada goleadora de Bolaños. Derechazo cruzado y 2 a 0.
Contra 2 . Otra salida con el sello de la Liga que fue de área a área. barcos la adelantó y Reasco sacó un latigazo de derecha que dejó sin chances a Navarro. Gol. 3 a 0.
La sensación era que “no se iba a traer algo” como pidió Mohamed. Independiente estaba mal. Pero, una vez más, apareció la mística copera. Silvera, en posición adelantada, acarició la pelota y la colocó junto al palo izquierdo de Cevallos. Gol. Descuento. Alivio. Y a los 18, Mareque, acortó las diferencias con un magistral derechazo.
Independiente no la pasó mal en el final: sólo una doble tapada de Navarro. Nada más. La llave está abierta. Las ilusiones intactas.
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Ψ Los goles Ψ
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Ψ Ficha de partido Ψ
Ψ Independiente 2 - Liga de Quito 1 Ψ
Hubo un día en el que Hernán Fredes escuchó silbidos y/o rechazos desde casi todos los rincones del Libertadores de América. Se sintió incómodo. Lo vivió como un golpe. La llegada de Antonio Mohamed le sirvió, como a varios de sus compañeros, como un impulso. Tenía aquella espina clavada en algún espacio de su espíritu. Y se la quería sacar...
Hubo una noche en la que el mismo Fredes sintió que el Infierno podía transformarse en Paraíso . Justo en el día más importante de Independiente en esta temporada, cuando había que ganar para que la sensación de Rey de Copas volviera a brotar en Avellaneda, este mediocampista de 23 años que se crió bien cerca de esas calles que tanto tienen que ver con el club - Cordero, Alsina, Bochini- se hizo superhéroe por un rato. Creyó que podía y pudo. Fue, recuperó la pelota en el borde del área rival, se animó y cuando Andrés Silvera ya se perfilaba para definir, Fredes extendió su pierna izquierda y estampó el 2-1 ante la duda del arquero José Cevallos. Iban apenas cuarenta segundos del segundo tiempo. Era el principio de una noche con desenlace feliz...
Ese gol, el cuarto en sus 102 partidos con la camiseta roja, no fue un grito más: permitió el regreso de Independiente a una final internacional luego de casi 15 años. Resultó también, claro, una reivindicación para ese joven que entendió que de los rechazos se puede volver con constancia.
Hubo otro personaje central en la noche mágica del reencuentro de Independiente con su esencia. Fue el otro goleador en el triunfo 2-1 a la Liga de Quito. Se trata de Facundo Parra, quien además de convertir jugó un partido para esos aplausos que recibió al salir reemplazado ya en tiempo de descuento.
El ex delantero de Chacarita, que llegó este año a Independiente, también encontró respaldo con el arribo de Mohamed. El entrenador lo transformó en el socio de ataque de Andrés Silvera -la referencia inevitable- y a partir de esa confianza su rendimiento se hizo más valioso. Su cabezazo en el primer gol no fue un azar: sus 184 centímetros le permitieron convertir siete de los 16 goles de su carrera de ese modo. En Independiente, anoche sumó su segundo tanto en los 19 partidos que disputó entre el torneo local y esta Sudamericana.
Al final del partido, se abrazó con todos y con cada uno de los compañeros o auxiliares que encontró a su paso. Apenitas después, le puso palabras a su euforia, que era también la euforia del contorno: “Es una locura esto. Una locura enorme. Una gran alegría. Jugamos un gran partido. Dejamos todo. Me parece que estamos bárbaro. Tenemos unos jugadores de la puta madre ... Dios quiera que le podamos dar esta Copa a la gente. Pueden estar tranquilos: vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para lograrlo”. También parecía convencido.
Fredes
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Ψ Los goles Ψ
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Ψ Ficha de partido Ψ
Ψ Goias 2 - Independiente 0 Ψ
Ahora sí que Independiente tendrá que recurrir a esa mística copera que se le reconoce desde hace casi 50 años. Regresa desde Brasil con un escenario complicado, luego de perder por dos goles y sabiendo que para el miércoles no podrá contar con un delantero insigna, Andrés Silvera. Sin embargo, el bravo Independiente sigue vivo y con la fe intacta de que queda mucho por jugar por este preciado objetivo que es la Copa Sudamericana.
Después de los primeros minutos, cuando el juego estuvo cargado de tensión por la ansiedad de casi todos los protagonistas, el partido entregó una certeza: en cuando los rapiditos de Goiás pudieran quebrar la presión en la mitad de la cancha, sector en el que Independiente destinó cinco jugadores (desde la derecha a la izquierda Cabrera, Godoy, Battión Fredes y Mareque), las situaciones de gol iban a empezar a reproducirse en el arco de Hilario Navarro.
No fue ciertamente por ese camino, pero cayó la apertura del marcador. Como Mareque no pudo manejar una pelota con claridad terminó trabando con Douglas, situación que derivó en un rebote que terminó en asistencia para el temible definidor Rafael Moura, quien ante el achique desesperado de Navarro resolvió con un toque sutil.
Reaccionó el equipo de Antonio Mohamed y con más empuje que juego se adelantó en búsqueda de la igualdad. Dispuso Cabrera de una chance clarísima, pero el veterano Harley (38 años) desvió el potente disparo del carrilero rojo.
El partido entregaba claramente una imagen de quiebre. Con Independiente volcado en la ofensiva y Goiás, esperando en bloque, predispuesto para sorprender de contraataque y aprovechar la extensión inusual del campo de juego (115 metros de largo por 77 de ancho). Y así llegó el segundo gol. En una ráfaga de 70 metros de recorrido, Marcelo Costa habilitó a Douglas a espaldas de Mareque, quien quedó lejos del movimiento. La pelota llegó al medio del área, Navarro no pudo cortar y Neto, bien de pescador, definió sin inconvenientes.
De frente a la dureza que le mostraba la realidad, el Turco Mohamed insistió reiteradamente que “hay que marcar, hay que marcar”, pidiendo que su equipo no se inmolara porque aún resta la revancha de la próxima semana.
La cosa se complicó todavía más poco antes del primer cuarto de hora de la segunda etapa. El paraguayo Torres expulsó Silvera por un codazo a Toloi y pareció que una tormenta caería sobre el futuro de Independiente. Ahí mismo se neutralizó la idea de atacar más con el Patito por Godoy. Como Goiás tampoco hizo demasiado para aumentar la diferencia -un cabezazo de Rafael Moura que Navarro atajó de modo espectacular fue lo más peligroso del complemento-, el Rey de Copas se fue convenciendo de que el 0-2 no era bueno pero tampoco de lo peor.
Con Matheu por Cabrera y Maxi Velázquez por Fredes, se acabó la discusión. La decisión fue de defender todo lo posible y que Goiás supiera que tiene una buena ventaja pero que de ninguna manera puede cantar victoria.
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Ψ Los goles Ψ
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Ψ Ficha de partido Ψ
Ψ Independiente 3 - Goias 1 Ψ
El viejo y querido estadio de la Doble Visera, inaugurado en 1928 sobre este mismo suelo, demoró diez años en parir un campeonato. Ahora, se sabe, los tiempos son más veloces: un año, un mes y 10 días después. O 406 días más tarde. O a 58 semanas del 28 de octubre de 2009, cuando reabrió las puertas de su nueva casa con un 3-1 a Colón. Eso, 9.744 horas, es lo que tardó Independiente en bañar de mística ganadora al hasta anoche virgen estadio Libertadores de América.
Porque el Rojo , vestido de azul y en medio de una fiesta decididamente diabólica, lo dio vuelta ante el Goiás Esporte Clube, fue campeonísimo otra vez y se transformó en Independiente de Sudamérica . Y la marea roja de las tribunas, ésa que primero supo sufrir, acabó envuelta en llamas, feliz, descontrolada y loca de la vida. Y cantó, más fuerte que nunca, “El Rey de Copas, la p... que te parió” .
Los tiempos se aceleraron; las costumbres, no cambiaron... En diciembre de 1938, aquel Independiente de Erico, Sastre y De la Mata salía campeón con un 8 a 2 a Lanús en una Doble Visera que ayer, casualmente, hizo cuatro años que bajó sus persianas. Este Independiente de casa nueva, el equipo que resucitó el enorme Mohamed, es menos ostentoso desde los nombres pero tanto o más capaz que cualquiera de mandar al diablo a quien sea . ¿O acaso algún hincha de Independiente, dos meses atrás, imaginaba un final tan pero tan feliz? El Turco lo hizo posible...
Su Independiente se las ingenió para repartir felicidades con su máxima efectividad en los penales: 5-3.
Maxi Velázquez, Parra, Gracián, Matheu y Tuzzio, desde los doce pasos , cambiaron tensión por campeonato y, a lo Papá Noel, regalaron el mejor festejo navideño: ese baile que se armó en Avellaneda desde la medianoche y hasta bien entrada la madrugada.
Bien por Hilario y sus manos mágicas. Bien por Battion y su fina estampa. Bien por Tuzzio y esa serenidad de campeón en el último penal . Bien por los que cruzaron el disco en este primer título en el Libertadores que reinserta a Independiente en el últimamente esquivo plano internacional : primera fase de la Libertadores, Recopa (con Inter), Copa Suruga (Jubilo Iwata de Japón) y 8° de la próxima Sudamericana.
Bien por el Patito Rodríguez y ese caño del primer tiempo. Bien por Parra y bien por Max, el perro de Parra que habrá terminado disfónico de ladrar los goles de su dueño: al cabo, al tercero lo metió casi en cuatro patas...
Bien por todos y cada uno de los hinchas de Independiente que ayer desafiaron a las leyes de la matemáticas y a las ordenanzas municipales: se amucharon 40 mil fanáticos en una cancha habilitada para 32.500...
Hubo ingreso en paz para las familias que llegaron temprano, aunque los que cayeron sobre la hora no entraron como Pancho por su casa...
Lo cierto es que toda esa Comunidad Roja atravesó el abanico de sensaciones que dominó la noche de Avellaneda: confianza en darlo vuelta al comienzo, alegría tempranera con el gol de Julián Velázquez, silencio lógico con el empate de Mouras, explosión con el doblete de Parra y dientes apretados y algo de preocupación con los embates brasileños del final. Por suerte, claro, estaba Hilario Navarro. Pero el aliento nunca cesó y la hinchada hasta dijo presente cuando las papas quemaban y fue necesario despertar al equipo con el “Movete Rojo movete...” Seguramente, ayudaron en algunas atajadas los fantasmas que Fernando Bello, Santoro o Islas dejaron sobre este mismo terreno, aunque con otro césped. Es probable que hayan colaborado en esta nueva celebración viejos conocidos de esta tierra santa, como Grillo, Alzamendi, Bernao, Pastoriza, Garnero, Clausen o Trossero.
Hubo gastadas al Goiás y a Racing con una misma canción. “Vos sos de la B” , himno con el que se recibe siempre a los primos de Avellaneda y que a los brasileños, recientemente descendidos, les iba como anillo al dedo. Lo cantaba con orgullo nacional e internacional el Independiente de la A.
De la A de América...
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Ψ Los goles Ψ
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Ψ Ficha de partido Ψ
Ψ GRACIAS INDEPENDIENTE POR ESTE CAMPEONATO Ψ
Ψ PENALES Y FESTEJOS Ψ
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¡GRACIAS ROJO!
, no, no fui porque no me da el tiempo y porque salia re cara la entrada, no me alcanzaba 
