En Munich, venció al Bayern por 4-3 desde los 12 pasos , tras el 1 a 1 en los 90 minutos; fue una final con emociones en el epílogo; Robben erró un penal en el alargue y Drogba se vistió de héroe
El nuevo rey de Europa es Chelsea. Tras una infartante definición por penales, luego del empate 1-1 en los 120 minutos, el conjunto de Londres se impuso 4 a 3 a Bayern, en Munich, y alzó su primera Liga de Campeones.
Para Chelsea marcaron David Luiz, Lampard, Cole y Drogba (el de la definición) y en Bayern no acertaron Olic (atajó Cech) ni Schweinsteiger (al palo).
En el final del tiempo regular, Müller había anotado el 1-0 parcial y, a falta de dos minutos, Drogba había logrado el empate. En el suplementario, Robben había tenido la victoria con un remate de penal, pero lo contuvo Cech.
Si la final había tenido 80 minutos indignos de una final de Europa, los últimos tramos de la definición entre Bayern y Chelsea tuvieron todos los condimentos de un partido de alto vuelo internacional.
El conjunto alemán quebró la resistencia londinense con un cabezazo sorpresivo, por el segundo palo, de Müller, con ocho minutos por jugarse. Cuando Munich se preparaba para la fiesta, apareció el enorme Drogba para silenciar el Allianz Arena con un cabezazo letal, a falta de dos minutos para el final.
En el suplementario, Robben tuvo la gloria en su botín izquierdo: Cech le contuvo un remate previsible de penal y la final seguía sin dueño. El epílogo transcurrió con dos acciones de peligro en el área de Chelsea, que Bayern no supo capitalizar.
Finalmente, en los penales, fue Chelsea quien se impuso por 4 a 3, luego de revertir la ventaja inicial en la definición.
El nuevo rey de Europa es Chelsea. Tras una infartante definición por penales, luego del empate 1-1 en los 120 minutos, el conjunto de Londres se impuso 4 a 3 a Bayern, en Munich, y alzó su primera Liga de Campeones.
Para Chelsea marcaron David Luiz, Lampard, Cole y Drogba (el de la definición) y en Bayern no acertaron Olic (atajó Cech) ni Schweinsteiger (al palo).
En el final del tiempo regular, Müller había anotado el 1-0 parcial y, a falta de dos minutos, Drogba había logrado el empate. En el suplementario, Robben había tenido la victoria con un remate de penal, pero lo contuvo Cech.
Si la final había tenido 80 minutos indignos de una final de Europa, los últimos tramos de la definición entre Bayern y Chelsea tuvieron todos los condimentos de un partido de alto vuelo internacional.
El conjunto alemán quebró la resistencia londinense con un cabezazo sorpresivo, por el segundo palo, de Müller, con ocho minutos por jugarse. Cuando Munich se preparaba para la fiesta, apareció el enorme Drogba para silenciar el Allianz Arena con un cabezazo letal, a falta de dos minutos para el final.
En el suplementario, Robben tuvo la gloria en su botín izquierdo: Cech le contuvo un remate previsible de penal y la final seguía sin dueño. El epílogo transcurrió con dos acciones de peligro en el área de Chelsea, que Bayern no supo capitalizar.
Finalmente, en los penales, fue Chelsea quien se impuso por 4 a 3, luego de revertir la ventaja inicial en la definición.